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NACIONES UNIDAS RECONOCE A PALESTINA COMO UNA NACIÓN


PALESTINA OR ISRAEL?

El 29 de noviembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 67/19 que elevó a Palestina al estatus de estado observador no miembro, una decisión que desde entonces ha sido controvertida. A junio de 2024, 144 de los 193 estados miembros de la ONU han reconocido a Palestina como un estado soberano. Sin embargo, desde un punto de vista conservador, este reconocimiento plantea preocupaciones significativas, especialmente considerando la ideología y las acciones documentadas de Hamás, una fuerza política y militar importante dentro de los territorios palestinos.


Un aspecto crucial de la crítica conservadora se basa en la información encontrada en el documento fundacional de Hamás, el Convenio de Hamás de 1988. El documento expone el compromiso de Hamás con la yihad y su postura radical contra Israel y los judíos. Por ejemplo, el Convenio establece: “Israel existirá y continuará existiendo hasta que el Islam lo destruya, al igual que ha destruido a otros antes". Esta declaración destaca inequívocamente el objetivo de Hamás de destruir al estado judío mediante una guerra religiosa, en lugar de buscar la coexistencia pacífica.



Ideología Antisemita y Yihadista


El Convenio de Hamás está lleno de retórica antisemita y llamados a la yihad. El Artículo Siete del Convenio dice: "El Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes luchen contra los judíos (matando a los judíos). El judío se esconderá detrás de piedras y árboles. Las piedras y los árboles dirán: Oh musulmanes, Oh Abdulla, hay un judío detrás de mí, venid y matadlo."


Tales proclamaciones no son solo dogmas religiosos, sino que están destinadas a servir como órdenes de marcha para los adherentes, fomentando una cultura de violencia y odio contra los judíos universalmente.



Alineación Ideológica Radical


Hamás se vincula explícitamente al movimiento islámico más amplio de la Hermandad Musulmana, como se indica en el Artículo Dos: "El Movimiento de Resistencia Islámica es una de las alas de la Hermandad Musulmana en Palestina". La Hermandad Musulmana es conocida por su red radical y extensa diseñada para difundir su versión del islam político, que a menudo contradice los valores y principios democráticos en los que se basa las Naciones Unidas.



La Yihad como Estrategia


El Convenio enfatiza notablemente la yihad como el método principal para alcanzar sus objetivos. Como se declara en el Artículo Trece: "No hay solución para la cuestión palestina excepto a través de la Yihad. Las iniciativas, propuestas y conferencias internacionales son una pérdida de tiempo y esfuerzos vanos." Este rechazo a las negociaciones pacíficas y la dependencia de la lucha violenta es antitética a los principios fundamentales de las Naciones Unidas, que buscan promover la paz y resolver conflictos mediante el diálogo y la diplomacia.



Implicaciones para la Membresía en las Naciones Unidas


Dado que Hamás tiene una influencia sustancial en la política palestina, incluida su gobernanza de la Franja de Gaza, el reconocimiento de Palestina como estado soberano inevitablemente arroja una sombra sobre su posible papel dentro de la ONU. La crítica conservadora es que la ONU, al reconocer a Palestina, está indirectamente apoyando una entidad significativamente influenciada por una organización que promueve el terrorismo y el antisemitismo. Esto, a su vez, compromete la integridad de la ONU y su objetivo de fomentar la paz global y los derechos humanos.



Ramificaciones Diplomáticas y Geopolíticas


La elevación del estatus de Palestina le ha permitido unirse a tratados y organizaciones internacionales, emprender acciones legales en la Corte Penal Internacional y afirmar la soberanía sobre sus territorios. Desde una perspectiva conservadora, este desarrollo envalentona a una entidad con un compromiso documentado con la yihad violenta y las ideologías antisemitas para aprovechar plataformas internacionales destinadas al compromiso pacífico y constructivo.


Además, el reconocimiento de la condición de estado palestino sin abordar los elementos radicales dentro de su estructura de gobierno se considera un revés diplomático. Potencialmente socava la posición de aliados como Estados Unidos e Israel, que votaron en contra de la resolución, basándose en preocupaciones sobre la influencia y las actividades de Hamás.




Conclusión


Si bien el punto de vista conservador reconoce las aspiraciones legítimas del pueblo palestino por la autodeterminación, plantea alarmas sobre el reconocimiento de un estado significativamente influenciado por una organización como Hamás. El ethos y las acciones defendidas por Hamás, como se detalla en su Convenio, plantean grandes preocupaciones éticas y de seguridad. Estas preocupaciones cuestionan la prudencia de la decisión de las Naciones Unidas, enfatizando que la aprobación de la condición de estado palestino sin gestionar o contrarrestar estos elementos radicales y violentos puede socavar los principios de paz y justicia que la ONU busca defender.

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