Una resolución se define según s. 166.041(1)(b), F.S., como "una expresión de un cuerpo gobernante sobre cuestiones de administración, una expresión de carácter temporal o una disposición para la disposición de un artículo particular del negocio administrativo del cuerpo gobernante". Esto es consistente con la declaración general contenida en 62 C.J.S. Corporaciones Municipales s. 411: "Una resolución también se ha distinguido de una ordenanza en que una ordenanza es una regulación continua, una regla permanente de conducta o gobierno, mientras que una resolución ordinariamente es un acto de carácter especial o temporal no prescribiendo una regla permanente de gobierno, sino que es meramente declaratoria de la voluntad u opinión de una corporación municipal en un asunto dado, y de naturaleza ministerial o administrativa, y no es una ley." (Attorney General, sitio web de Ashley Moody AGO 81-71)
En un movimiento profundamente polarizador, la Ciudad de Miramar, Florida, ha aprobado una resolución instando a un alto el fuego en el conflicto en curso entre Israel y Hamas. En la superficie, la resolución aboga por la paz y el fin de la violencia, sirviendo ostensiblemente como un gesto humanitario. Sin embargo, el contexto, la presentación y las personas involucradas revelan una narrativa mucho más preocupante.
Ignorando hechos clave: un llamado engañoso a la paz
La resolución en cuestión es notablemente unilateral, presentando una narrativa que defiende fuertemente a Hamas mientras pasa por alto el terrorismo significativo y la violencia iniciada por el grupo. Omite notablemente el ataque terrorista del 7 de junio de 2023, en el que Hamas lanzó una brutal serie de ataques contra civiles israelíes, lo que llevó a la escalada actual del conflicto. Esta omisión evidente plantea dudas sobre la verdadera intención detrás de la resolución. El representante Randy Fine, R-Palm Bay, no escatimó palabras, calificando al alcalde de Miramar, Wayne Messam, como un “simpatizante del terrorismo musulmán” y amenazando con una acción legislativa para revocar la carta de la ciudad. La reacción de Fine, aunque severa, subraya la gravedad de aprobar una resolución de este tipo sin una representación equilibrada de los eventos y actores involucrados en el conflicto.
Asesores e influencias cuestionables
Igualmente preocupante es la influencia detrás de la decisión del alcalde Messam. Naima Khan-Ghany, una figura local prominente con vínculos documentados con organizaciones extremistas musulmanas, parece ser una asesora significativa para el alcalde. Las conexiones de Khan-Ghany con grupos como los Hermanos Musulmanes previamente llevaron a su destitución de puestos en el distrito escolar del Condado de Broward. Su participación arroja una sombra sobre los motivos detrás de la resolución de Miramar.
Ghany y mentor. Miramar.
Khan-Ghany ha estado asociada con varios grupos islamistas, incluidos el Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR), el Círculo Islámico de América del Norte (ICNA) y Al-Hikmat TV, todos los cuales tienen vínculos con ideologías extremistas. Tales asociaciones alimentan la especulación y la preocupación sobre la imparcialidad y seguridad de su rol de asesora en asuntos municipales, particularmente en resoluciones que se refieren al terrorismo internacional y conflictos.
Una fachada engañosamente honorable
Si bien la Ciudad de Miramar presenta su resolución como un compromiso para promover la paz, la seguridad y la aceptación, la verdadera narrativa parece mucho más turbia. El alcalde afirma que la resolución no toma partido, pero el contexto y las omisiones sugieren lo contrario. El patrón de alinear la política de la ciudad con las conocidas opiniones extremistas de Khan-Ghany complica aún más el asunto. El momento de esta resolución también levanta cejas, considerando el movimiento reciente de la ciudad para oficializar el Mes de la Herencia Musulmana Americana. Decisiones de este tipo, aunque parecen apoyar la diversidad, podrían ocultar influencias ideológicas más profundas y preocupantes dentro de la gobernanza de la ciudad.
Necesidad de transparencia y responsabilidad
Más allá de la resolución en sí, las preguntas sobre las contribuciones de campaña del alcalde Messam merecen una seria consideración. Dada las conexiones extremistas y la influencia de Khan-Ghany, una investigación sobre los donantes del alcalde podría revelar conexiones más profundas y posibles conflictos de interés. La transparencia en las contribuciones políticas es crucial para mantener la confianza pública y garantizar una gobernanza libre de influencias extremistas.
Conclusión: Un llamado a un escrutinio integral La resolución de Miramar, ostensiblemente abogando por la paz, plantea preocupaciones significativas sobre parcialidad, influencia y las agendas veladas de los involucrados. La participación de individuos con vínculos extremistas y la omisión de hechos críticos sobre el conflicto presentan una narrativa unilateral que socava los esfuerzos genuinos por la paz.
En el futuro, es imperativo que la Ciudad de Miramar, sus líderes y sus asesores actúen con transparencia, asegurando que las resoluciones y políticas reflejen una perspectiva equilibrada, libre de influencias extremistas. Solo a través de un escrutinio y responsabilidad integrales la ciudad puede restaurar la confianza pública y trabajar hacia una paz genuina y duradera.
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